1. Implícate con la conducta que quieres cambiar
Para cambiar los malos hábitos y sustituirlos por otros más saludables, lo primero que debes hacer es reflexionar sobre tu conducta actual. Por ejemplo, si comes más de lo que deberías, te ayudará reconocer que comes en exceso y, al mismo tiempo, permitirte también "hartarte" un poco de tu conducta.
2. Márcate propósitos razonables
Lo más importante es que los propósitos sean razonables. Es mucho mejor que marcarse objetivos poco realistas y rendirse nada más empezar.
3. Márcate propósitos concretos
Cuando escribas tus propósitos, hazlo del modo más concreto que puedas. Es fantástico decir que quieres "comer menos grasas", pero es una afirmación demasiado general. En lugar de ello, podrías marcarte el objetivo medible de "limitar mi consumo de grasas a 40 gramos al día".
4. Prioriza tus propósitos
Si tu lista de propósitos es bastante larga, te conviene priorizarlas y abordar algunas de las más sencillas en primer lugar. Esto te dará la confianza de saber que puedes conseguir lo que te has propuesto. Sin embargo, si tienes la sensación de intentar hacer demasiados cambios a la vez, quizá tengas que reducir un poco la lista.
5. Comprométete con tus propósitos
Una vez que hayas decidido cuáles son tus propósitos, anótalos. Poner tus retos y planes por escrito te ayudará a comprometerte con ellos.
6. Planifícate para poner en práctica tus nuevos hábitos
Una vez que te hayas comprometido tendrás que planear cómo poner en práctica tus nuevos hábitos. Si estás intentando mejorar tus hábitos alimenticios, ¿te has desecho de toda la comida basura que había en casa? Si tienes previsto cocinar más en casa, ¿tienes los alimentos adecuados en la nevera, la despensa y el congelador?
7. Practica los nuevos hábitos y supervísate a ti mismo
Sé paciente: se necesita un tiempo para que los nuevos hábitos se consoliden y resulten naturales y cómodos. Lleva un registro de los aspectos "medibles" que has incluido en tus propósitos; por ejemplo, la ingesta de calorías o grasas, las piezas de fruta y verdura que has consumido o las veces por semana que has preparado una comida saludable para llevar en lugar de comer en un restaurante.
8. Aprende de tus deslices
En lugar de dejar que tus deslices te derroten, intenta aprender de ellos. Trata de averiguar qué te llevó a cometer el desliz y cómo puedes evitar que te vuelva a suceder.
9. Amplía tus éxitos y prémialos
Si has logrado y mantenido cambios de conducta, quizá puedas desarrollar ese éxito ajustando un poco tu propósito. Y no olvides premiarte por tus éxitos y reconocer tus logros.
10. Crea un sistema de apoyo:
Los amigos, familiares y comunidades en línea pueden ser enormes fuentes de apoyo. Por lo tanto, haz saber a los que te rodean lo que intentas lograr. Además, el hecho de ofrecer a otras personas también puede ayudarte a alcanzar tus objetivos.
Susan Bowerman es Directora de Formación en Nutrición de Herbalife Nutrition. Susan es dietista titulada y especialista acreditada en dietética deportiva.